Agnotología y motivación

Autores: Nicolás Orozco M. & Carlos Barbosa Cepeda.
Imaginemos la siguiente escena, una escena que de hecho nos podríamos encontrar en la vida real: un infante, de unos cuatro o cinco años, que le tiene miedo a los perros. Justamente, mientras juega en el parque ve que se le acerca un perro corriendo. El niño no se mueve de su sitio: apenas cierra sus ojos y posa sus manos sobre ellos. Viendo la situación a distancia, podemos concluir que la actitud del menor es poco racional: si el can no representaba un peligro, no había necesidad de gastar energía espantándose; si lo representaba, era inútil cubrirse los ojos. El peligro frente a nosotros no va a desaparecer porque dejemos de percibirlo, podemos pensar. Aun así, ¿no nos señala el ejemplo del infante algo importante sobre la naturaleza humana? Leer más