Autor: Amarilla Martin´s
Las mujeres también hacen filosofía
Autora: Amarilla Martin´s
¿Qué es una mujer y por qué hay que enfatizar en quien puede hacer filosofía?
Cerebros destruidos
Autora: Amarilla Martin´s
Los síntomas clave de un psicópata a nivel emocional son: una mente y emociones superficiales, una personalidad egocéntrica, una falta de culpa y de empatía, y suele ser manipulador y mentiroso; a nivel social los síntomas son simplemente irresponsabilidad y conductas antisociales.
CONDENADOS A DEBER, CONDENADOS A TEMER
Autora: Amarilla Martin´s
La memoria es primordial para la conciencia, pues como mencionaba, es necesaria para que el hombre pueda dar respuesta de sí en el futuro, pueda tomar la responsabilidad sobre sí mismo, pero ¿cómo crear memoria?
CANNABY STREET
Autora: Amarilla Martin´s
Los gritos regresan a las gargantas, los pitos de los bichitos acelerados dejan de flotar en el aire, las mariposas color cereza con olor a metal regresan a los cuerpos, a las venas y todo el mundo regresa a sus bichitos y conduce hacia sus destinos.
El arte como enriquecimiento de lo real
Autora: Amarilla Martin´s
¿Qué Somos seres humanos arrojados al mundo?, cada una de las cosas que forma la naturaleza ha sido puesta allí con sus funciones y sus exactitudes; nosotros como especie humana no tuvimos esa oportunidad. Afortunadamente fue así, pues de otro modo ¿Cómo podría el ego y el orgullo del hombre tener justificación?
Duele la noche
Autora: Amarilla Martin´s.
Hoy la noche huele diferente,
huele a piel roja y vino oscuro con algunas cervezas;
los cabellos están despeinados a causa de un jaque contundente,
las miradas descubren en cada movimiento un poco de torpeza
y los labios se fruñen junto al ceño por la derrota incipiente.
Siguiendo la luna ellas llegarán lejos
Autora: Amarilla Martin´s
Así se práctica el feminismo, no demostrando que la mujer puede ejercer igual que el hombre, sino actuando en campos donde parece restringirse.
Miedo
Autora: Amarilla Martin´s
Es tan persistente que he pensado en ponerle nombre, por supuesto que temo y ¿quién no?
Los humitos de la mañana apestan a remordimiento y a café amargo,
una suave brisa de un sol molesto me aruña el rostro y me trae el recuerdo,
¡Ah que buenos días! donde el miedo se quedaba en los bolsillos y se lavaba junto a los abrigos,