El estoico

El chico de los ojos cafés no sabía ni qué hora, ni qué fecha, no sabía si sol o luna, menos sabía si vivía, si moría o si soñaba. Entre nubes una chica se acercaba, perforaba su vena y el suero viaja por el tubo transparente hasta sus venas casi invisibles. Intentaba mover los deditos de sus pies, pero no sentía ni siquiera la respiración como suya, no sentía ni siquiera la brisa oscilando de lado a lado en sus mejillas, ni el perfume de la chica, no sentía ni la aguja ni el suero, ni la vida ni la muerte, ni el sueño. Leer más

La rebelión de los artefactos

No es un secreto para nadie,
que grandes son los esfuerzos del orador en la preparación del discurso pues en el universo de palabras el poder de selección es suyo; pero, en este juego de ser dios
capaz y un error se escapa, ya que como es bien sabido entre los jugadores de la palabra, ni el primero que lo jugó se salva,
pues en su gran discurso de una semana, se le coló un gran error que es la raza humana. Leer más