Todo sobre ayer, o sobre la juventud y la prisa

La vida está llena de crisis; las peores suelen ser las económicas y las existenciales. Las económicas no dependen mucho de uno; uno sólo es responsable de cuánto gasta, pero no del precio del dólar, ni de la inflación, porque en primera, ni le entendamos, y en segunda, seguimos gastando. Hasta este punto, se le puede culpar al gobierno por esos malos ratos, las depresiones y los altibajos emocionales relacionados con la cifra en nuestras cuentas de banco o los vacíos en nuestras carteras. Leer más