Estudiante de pregrado en Matemáticas
Vol. 1 C. 47
Francis, un matemático dedicado al proyecto de Elon Musk de colonizar Marte, relata la forma en que fue posible el desarrollo de dicho proyecto en el momento de despegue de la BFR, nave encargada de transportar los primeros humanos hacia el planeta vecino.
Pero, ¿qué hago aquí? Lo último que recuerdo fue haber despegado de la Tierra, ¿cuánto tiempo ha pasado desde ese día? Me encuentro en un tipo de hospital, pero muy moderno, las instalaciones son muy bonitas. Hago el esfuerzo de retomar mi postura, me dirijo hacia unas de las ventanas. Es… ¡impresionante! No sé qué pasó, ni cuánto tiempo llevo dormido, pero solo sé que mientras no sabía nada, mis compañeros hicieron de todo para construir y hacer de nuestro planeta rojo, la gran civilización que tengo frente a mis ojos. Me invade un sentimiento de nostalgia, ¿cómo no pude ayudar en todo esto? Necesito que alguien me lo explique. ¿Civilización en Marte? Pero por qué esa extraña idea si a nadie le gustaría vivir en otro planeta, ¿qué le sucede a la gente! Hay algo que me asombra aún más, ¡nuestros niños jugando con unos cuerpecitos verdes! ¿Es posible que existan?, ¿qué tal se los coman?, ¿y si los secuestran y sacan sus cerebros para alimentarse de ellos? Creo que aún sigo soñando, siento mis ojos muy pesados y tengo mucho sueño. Empiezo a perder mi equilibrio y el sueño me está venciendo. Los extraterrestres no tienen cuerpecitos verdes…
Elon Musk, un físico e inventor sudafricano, cofundador de SpaceX, una empresa estadounidense de fabricación aeroespacial y de servicios de transporte espaciales, tiene como objetivo hacer de los humanos una especie interplanetaria, mediante su plan de construir una ciudad autosostenible en Marte. Para ello plantea utilizar un Sistema de Transporte interplanetario que llevará, al planeta rojo, la primera tripulación de seres humanos para el próximo 2022. Inicia la cuenta regresiva…
Nunca pensé que esta misión se desarrollara tan pronto con tanto éxito. Desde Cabo Cañaveral, hoy, 17 de abril de 2022, a las 15:00, estamos a cinco segundos de abandonar nuestro querido planeta Tierra para iniciar este proyecto de Marte, somos 176 personas que vamos en la Big Fucking Rocket (BFR), la nave que ha sido destinada para estos viajes interplanetarios. Es tan grandiosa que cuenta con 127.800kilonewton de potencia, lo suficiente para poder llevarnos hacia el maravilloso planeta rojo. Hemos utilizado un sistema de cohetes reutilizables que pondrán a BFR en órbita y regresará autónomamente por una nueva cápsula para cada 26 meses y seguir transportando entre 100 y 200 personas. Además, BFR cuenta con un sistema de paneles solares con el propósito de generar hasta 200 kilonewton de potencia durante el viaje.
—Deja de hablar sobre lo mismo una y otra vez, enfócate en que el día es hoy— me dice mi compañero, reacciono ante su comentario y me dispongo a grabar en mi mente el sublime horizonte que observo desde BFR. Cada nube, cada montaña, cada lugar en los que hemos transcurrido tanto tiempo para poder llegar hasta acá. Me encuentro tenso, no sé si sea lo suficientemente fuerte para dejar el planeta donde crecí y donde aprendí todas las cosas que me han ayudado a estar aquí. Al parecer no soy tan fuerte como los demás me ven, pero creo que sí soy lo suficiente como para continuar mi vida en Marte.
Siempre tuve que estar enfocado en la predicción de lo que podría ocurrir con BFR, esto lo realicé descubriendo patrones, analizando cada uno con el rigor necesario, tomando mis decisiones y ayudando a tomar algunas de mis compañeros, traduciendo todo desde mi lenguaje matemático al común y analizando si era lo correcto o no. Sin esto, no hubiera podido desarrollarme en mi disciplina y no hubiera alcanzado la elaboración de nuestra nave. Considero que fui una pieza clave para el impulso de nuestro proyecto, me desempeñé en la construcción de BRF. Mis compañeros suelen llamarme “Francis, la calculadora humana”, ya que me encargaba de las ecuaciones y de describir cada una de las funciones de BFR, además fui yo quien realizó el trayecto que hará nuestra nave.
¿Cómo es posible que en tan pocos segundos haya pensado tanto? El cerebro es mi mejor máquina, aunque a veces me frustre un poco, es a él a quien le debo todo lo que soy hoy. Soy aún ese niño de ocho años que soñaba con viajar al espacio y poder ver todo lo que veía desde mi cuarto un poco más cerca, y recuerdo que siempre temía a los extraterrestres. ¿Podrá Marte tener una asociación de extraterrestres que les guste comer estrellas, planetas o agujeros de gusanos? En verdad que sigo siendo un niño creyendo en cosas tan extrañas. Sin embargo, estuve realizando un estudio aparte del que nadie tuvo conocimiento, y la probabilidad de que exista vida extraterrestre es muy alta, puesto que se debe tener en cuenta que coexisten innumerables galaxias en el universo, las cuales cuentan con una cantidad muy elevada de estrellas, así pues, sabemos que pueden existir planetas que giren en torno a estas. De esta manera, en cada uno de los planetas pueden existir colonias de otras civilizaciones diferentes a la nuestra. Es impresionante, pero atemoriza, ¿cómo serán aquellos seres?, ¿nos devorarán?, ¿huirán?, ¿o simplemente estarán ahí como un ser, como una nada, como aquellos que solo comerán nuestro tiempo y nuestra vida? Qué tal que sean seres que se alimenten de nuestra energía, de nuestro conocimiento, que se alimenten de nuestro temor, o simplemente, que devoren nuestro amor.
Espero que no vayan a interrumpir nuestros planes de colonización, tampoco pensamos en que tenemos que destruirlos, es su hogar y a nosotros solo nos queda el papel de invasores, tenemos que llegar a un acuerdo con ellos, pues solamente por tener una gran inteligencia y tecnología que nos llevó al planeta vecino, no tenemos el derecho a instalarnos porque sí. Creería que, si esto no se realiza, podría desatarse una guerra interplanetaria que afectaría tanto a ellos como a nosotros y no queremos que nada de eso suceda. ¿Podríamos crear una guerra infinita? Existirían masacres entre ambas civilizaciones, carestía, pobreza, pérdidas tanto humanas como extraterrestres, y lo más preocupante sería que la humanidad no pudiera adaptarse al planeta rojo, lo cual produciría una gigantesca pérdida porque, ¿qué pasaría con el proyecto de nuestras vidas? ¡Todo el esfuerzo terminaría en la basura! No podemos permitir que la colonización de Marte fracase por no ser bienvenidos, no podemos desechar toda la perseverancia que hemos realizado para llegar hasta allá. Imagino cómo se desarrollará cada una de las cosas que tenemos planeadas, nuestras metrópolis, con sus edificios, los autos voladores que veía en los programas de televisión, pero que ahora ya no son ciencia ficción, sino una realidad. Hemos realizado cada uno de estos aparatos para hacer de la civilización en Marte un espacio propicio para el desarrollo de la tecnología y de la vida óptima de los seres humanos, teniendo en cuenta que es necesario que las personas que formarán parte de la civilización deben ser mucho más cuidadosas para que no suceda lo mismo que en la Tierra, no queremos que el planeta rojo termine contaminado y con sus recursos extremadamente explotados. Así, contribuiremos a las futuras generaciones, ¡eso me parece asombroso! Nosotros crecimos jugando en la tierra, pero ellos, ellos crecerán jugando en carros que vuelan y comida que surge con solo imaginarla.
¡Y partimos! Hubo abrazos, gritos, aplausos, lágrimas de los familiares de algunos tripulantes. Pero partimos, no me siento muy bien, creo que me está afectando salir de la atmósfera, siento mucho sueño y unas punzadas en la cabeza, de pequeño me descubrieron una “bacteria” en mi órgano palpitante, en realidad es un soplo cardiaco de grado tres, que por mi edad, aunque no sea tan viejo, me empieza afectar un poco más. Le digo bacteria, mi abuela nunca quiso hacerme sentir débil y decía que fuera una bacteria más o una bacteria menos, ella era la que siempre iba a estar conmigo y siempre iba a acompañarme. La hice mi amiga y mi compañera, pero parece que solo me quiere destruir. Finalmente, concilio el sueño y solo recuerdo una esfera roja que sobresale en la vista de nuestro BFR.
Francis cae en un estado de coma, su corazón ha afectado su cerebro provocando un fallo en su materia gris. Se le conmemora por su aporte en el proyecto, realizando la inclusión de los extraterrestres, que en verdad existen, y ahora se fusionan las dos especies. Sucede que no son verdes, ni con una cabeza grande y cuerpos pequeños. De hecho, se parecen demasiado a nosotros y creemos que siempre estuvimos juntos. Físicamente, somos iguales, solo que ellos tienen una mente muy especial que les permite tener mucha sabiduría, tanta, que no necesitan de un corazón para vivir, ni para sentir. De esta forma, se han realizado familias humanas y extraterrestres, ya que logramos la completa colonización: existen diferentes ciudades, autos voladores, lugares de recreación, políticos que gobiernan las metrópolis, escuelas, universidades, y sin poder faltar, laboratorios e instalaciones dedicadas a la ciencia. Seguimos, de igual forma, el proyecto de viajes intergalácticos que tenía planeado Francis. Es necesario resaltar, que todo lo que se ha logrado partió del sueño de Elon, quería un seguro de vida para la raza humana, era necesario porque las personas no cuidamos nuestro planeta Tierra, y por eso mismo fue preciso realizar todo esto. Elon lo consiguió, junto con su equipo, que somos nosotros, porque fue vital el conocimiento y desarrollo que teníamos cada uno en nuestras áreas especializadas, entre ellas las ciencias exactas: matemáticas, física, química, biología, geología, entre otras, que con su precisión y rigurosidad de los contenidos obtenidos ayudaron, ampliamente, al proyecto. Esto pues, que el lenguaje matemático con el que se comunican todas ellas y el método científico que abordan, hace que sea todo más confiable y exacto. De esta manera, se pudo contribuir en todos los aspectos: Construcción de la nave, los estudios necesarios para conocer si Marte era un lugar habitable, qué partes de este planeta se podrían tomar, el entrenamiento de cada uno al saber que tenía que abandonar la Tierra para emprender un viaje y una vida totalmente distinta. Fue necesario unir cada uno de nuestros pensamientos y crear la red de conocimiento que hizo posible traernos hasta acá. ¡No podríamos hacer nada sin la ciencia, ella lo es todo!
¡Nos han informado que Francis despertó! Pero han dicho que alucina y no recuerda nada, es extraño puesto que han encontrado un tipo de polvo en su cerebro, y eso no parece de los humanos, algo tuvo que pasar con los demás. Deben ver algo en él, deben tener algo para él…
¿Cómo referenciar?
Rodríguez, Lina Jomara. “SpaceX: Colonización de Marte, ¡allá vamos” Revista Horizonte Independiente (columna literaria). Ed. Friedrich Stefan Kling, 30 dic. 2020. Web. FECHA DE ACCESO.
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