La corriente estoica tiene como fundamento el control individual frente a diferentes intervenciones que pueden relacionarse con nosotros desde nuestro entorno más inmediato. En este sentido el estoicismo, desde la razón, busca poder llegar al numen de la buena vida desde un punto de control sobre nosotros mismos. Bajo esa perspectiva se funda esta escuela con Zenón de Citio llegando a ser tan importante que las más grandes elites de lo que sería el imperio romano la tomaban como enseñanza; no es casualidad que grande romanos como Séneca, Epicteto y Sexto de Queronea estuviesen involucrados en esta escuela. Más adelante las enseñanzas de Sexto de Queronea irían a llamar la atención del emperador Marco Aurelio, resultando en su integración en el pensamiento estoico.
En este escrito planeo dar un breve recorrido por la historia de las dinastías romanas mostrando cómo los emperadores romanos previos a Marco Aurelio afectaron el sistema social del Imperio Romano. La intención de este recorrido es evaluar la intervención de Marco Aurelio a Roma desde la corriente estoica y sus resultados filosóficos. Conociendo así quién fue este emperador y cómo fue su relación con la dañada estructura social de Roma en su época.
1. Antecedentes históricos del entorno romano
Hablar de Marco Aurelio es hablar de una excepción en los tiempos gubernamentales del imperio romano ya que el desarrollo del imperio fue regido por un entorno de muy poca expresión filosófica y recta moral –más si hablamos en términos de quiénes gobernaban. Marco Aurelio viene de una tradición de emperadores cuya predominancia radicaba en lo corrupto y la miseria de gobierno. Desde el cambio de la roma republicana a la roma imperial se puede rastrear un entorno bélico puesto que esa transición se forzó con Julio Cesar y la ruptura del primer triunvirato (Pompeyo Magno, Marcos Craso y Julio Cesar), desembocando en el primer emperador, Augustus, quien tomó el poder después de su batalla contra Bruto, defensor de la perpetuidad republicana[1]. Desde la sucesión de Augustus iniciaría una etapa voraz en el juego de tronos romano: la Dinastía Julia iniciaba sus atroces actos.
El segundo emperador romano de la Dinastía Julia, fue Tiberio[2], quien al entrar en contacto con el gobierno se trastornó por miedo a la corrupción que había en Roma y dirigió el Imperio desde la isla de Capri hasta sus últimos días. Este emperador fue conocido por su gran terror a que fuese traicionado y por su depravación sexual en su estancia en Capri. Le sucedió el emperador Calígula, quien fue recto emperador hasta que sufrió un coma donde se dice que inició su demencia. Esta demencia hizo caer a Roma en un oscurantismo gubernamental dado que las arcas imperiales fueron vaciadas en las depravaciones en las fiestas de Calígula y en eventos abiertos como los espectáculos de gladiadores[3]. Después de la muerte de Calígula el imperio fue regido por Claudio, también conocido como “Claudio el débil”, quien mantuvo en una relativa tranquilidad al imperio. Pero entre sus consecuencias hubo un incremento de estafas en el círculo imperial dado que el manejo del imperio no fue un tema en el que Claudio destacara y se dejó influenciar por diferentes exponentes del Senado. Aun así, esta afirmación de la debilidad de Claudio amerita un escrito propio debido a las diferencias entre historiadores y algunos datos contextuales adicionales.
En el año 54 d.C. el imperio fue gobernado por el emperador Nerón, quien declaró una sádica batalla contra el surgente cristianismo. Este emperador además de aumentar los niveles de corrupción en la política romana, fue conocido por su brutalidad en su modus operandi y por su crueldad frente a cualquiera que le llevara la contraria. Con el suicidio de Nerón el imperio cayó en una época de completa incertidumbre ya que la corrupción estaba al límite y la economía por el piso. De esta muerte surgió el Año de los Cuatro Emperadores[4] donde Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano gobernaron durante un año. Como la corrupción romana estaba por las nubes, ninguno de estos emperadores logró durar más de unos pocos meses como Emperadores –de ahí el nombre del Año de los Cuatro Emperadores.
Una vez finalizado el Año de los Cuatro Emperadores se optó por una reforma en los modos de gobierno dando paso a la Dinastía Antonia, donde los nuevos emperadores buscaban nuevas formas de resolver los grandes problemas sociales que habían dejado sus antecesores (tenemos los ejemplos de los emperadores Nerva, Trajano, Adriano y Antonio Pio). Aun así estos intentos de mejora a Roma fueron insuficientes, muy leves en comparación con los daños sociales que habían dejado las anteriores dinastías.
2. Emperador Marco Aurelio, el filósofo estoico
El inicio de la era común en Roma está determinado por la transición de la vida republicana a una imperial en la que debido a las condiciones inciertas y cambiantes de la sucesión al trono, hay un número importante de intrigas políticas. De igual manera el poder que ostentaban los emperadores y el modo propio de vida de las élites romanas, representaban una alta posibilidad de llevar una vida en la que la satisfacción de los placeres y el abuso del poder podía convertirse en una característica central, dificultando para algunos emperadores la posibilidad de ser figuras morales.
El emperador Marco Aurelio no solo fue a quien se le reconoció como el filósofo sino que mediante diferentes formas de proceder como sumo gobernante de Roma logró amortiguar los golpes que los antecesores habían ocasionado. En este breve apartado planeo desarrollar a corta escala la filosofía de este filósofo desde su texto Las Meditaciones y desde uno de sus comentaristas, Pierre Hadot.
Las Meditaciones son un compendio de grandes consejos de vida para llevar a cabo un desarrollo de nosotros de buena manera. Se ha conjurado la explicación de que estas meditaciones fueron el diario personal del emperador para poderse guiar con ellas a ser un mejor gobernante, filósofo y ciudadano. En estas meditaciones la principal necesidad de Marco Aurelio era lograr un dominio de sí en ciertas pasiones o ciertos impulsos que podrían desencadenar desgracias. Desde el primer párrafo del Libro II se está hablando del autodominio al decir “Apenas amanezca, hazte en tu interior esta cuenta: hoy tropezaré con algún entrometido, con algún ingrato, con algún insolente, con un doloso, un envidioso un egoísta” (17) apelando a que hay ciertas cuestiones que pueden suceder en el mundo. Sigue “todos estos vicios les sobrevinieron por ignorancia del bien y del mal” (17), dando una razón de que estos comportamientos son de tal modo gracias a su falta de autodominancia, y concluye:
Pero yo, habiendo observado que la naturaleza del bien es lo bello, y que la del mal es lo torpe, y que la condición del pecador mismo es tal que no deja de ser mi pariente, participante, no de mi misma sangre o prosapia, pero si de una misma inteligencia y de una partícula divina, no puedo recibir afrenta de ninguno de ellos, porque ninguno podría mancharme con su infamia. (17).
He ahí cómo fue su autodominio de inicio. Este es el gran ejemplo del control estoico, pero no es un control de nuestro entorno, sino uno de nosotros mismos; como dice Hadot, “El estoicismo es una filosofía de la coherencia con uno mismo” (149). El estoicismo se funda bajo tres pilares constructores de individuos, tal como lo expone Hadot cuando dice “Según las indicaciones que da Epicteto, esta teoría incluye tres formas o ámbitos del ejercicio filosófico. A continuación los detallamos” (167). Estos principios de ejercicio se exponen de la siguiente manera: “El primer ámbito es el de los deseos y el de las aversiones” (167), el segundo ámbito de ejercicio es el de los impulsos a la acción (168) y “El tercer ámbito de ejercicio es el del asentimiento” (168). Con estos tres ejercicios se establece un punto de partida para el pensamiento estoico desde Epicteto, y resultarán siendo fundamentos para la filosofía de Marco Aurelio.
Estos tres ejercicios forman el gran trabajo de Marco Aurelio para consigo mismo. Siguiendo la posición de Epicteto sobre cómo es el ejercicio del filósofo y lo que debe contener una persona para apuntar a “la perfección” (167). Este nivel de perfección viene de la mano con el control del individuo sobre lo que sería el asentimiento, los deseos y las acciones. Ya que en primer lugar son aspectos que nosotros podemos modelar directamente y que dependen exclusivamente de nosotros, cosa que no pasaría con los cargos o las cosas que dependan directamente de nuestras relaciones con el entorno o con lo externo.
Todos estos ejercicios son contenidos por la “facultad rectora” que limita con el alma y que hace de nuestras facultades una posición sabia. Es muy curioso evaluar la frase predilecta del emperador y la conjunción que tiene con su servicio como emperador y como filósofo estoico: “todo mi ser se reduce a esto: la carne, el espíritu y la facultad rectora” (17). La facultad rectora en Marco Aurelio hace hincapié en lo que dicta la razón, la razón entendida como justa y esta entendida a partir de los pilares de la moral, la acción y el entendimiento. En la lectura de Las Meditaciones no podría olvidar un pensamiento constante y era el entendimiento de vida de Marco Aurelio para vivir en justicia con todo lo externo desde lo que se puede hacer desde la voluntad. Si esto se basaba en la premisa de que la facultad rectora recibía lección de la razón y después guiarnos bajo los preceptos de lo que nosotros podemos controlar, entonces el resultado sería una justa razón en nuestro modo de proceder.
3. El trabajo de Marco Aurelio como emperador
Marco Aurelio tuvo una época de reinado (161 d.C. hasta 180 d.C.) categorizada como el gran final de la época dorada de Roma. Si bien gran parte de los gobernantes anteriores a Marco Aurelio habían desembocado en un aumento de la corrupción y de retraso en cuestiones sociales, la dinastía Antonia postuló grandes avances que significaron la mejor época de Roma.
El ascenso al trono viene categorizado por una característica que no se veía desde la edad republicana: el poder no residía en una sola persona. A los 40 años, Marco Aurelio se volvió emperador junto con Lucio Vero, con quien gobernó hasta el 169 (año de la muerte de Lucio Vero). En ese dúo se notaba la dominancia de Marco Aurelio dada a sus métodos para gobernar: Vero tenía más influencia militar de modo que él se encargaba de los temas más apremiantes en diferentes frentes de guerra mientras que Marco Aurelio se encargaba de los temas de Estado que eran fundamentales para la continuación de la gran época de Roma.
La inteligencia que se había gestado durante muchos años en Marco Aurelio fue la pieza crucial para los logros de este emperador. La conjunción de aprendizajes en temas legislativos y de derecho civil, junto con la formación en la disciplina filosófica llevó a grandes reformas y planeación para el desarrollo social.
Ahora bien, se cree que gracias a estas influencias de conocimiento que tenía el emperador se logró desarrollar una participación fundamental contra la corrupción. Previo a Marco Aurelio, la corrupción se instauraba en un núcleo fundamental que consistía en la avaricia de la nobleza buscando ascender en poderío. Gran parte de los cargos más importantes del Imperio Romano venia de la mano de las influencias políticas en conjunción con los nombres familiares de las dependencias de las familias más importantes. Gracias a esta situación la corrupción se mantenía activa constantemente en Roma y se pasaba de generación en generación. Para esta problemática se atacó reasignando cargos del Imperio que se categorizaran por el mérito y no como se venía asignando.
Otro de los avances que se instauraron en el gobierno de Marco Aurelio fue en los temas legislativos sobre poblaciones antes denigradas con mayor impunidad. En este caso me refiero a las cuestiones legislativas en contra de la esclavitud y en favor de las situaciones de viudas y huérfanos. Al inicio estas reformas fueron vistas con malos ojos por las castas más influentes de Roma, por lo que para balancear los daños colaterales (económicos y políticos) tuvo que instaurar una reforma para las castas donde estas tuvieran beneficios económicos.
Poco después de poner en marcha todas estas reformas se cayó en una problemática financiera donde varias financiaciones destinadas a ciertas áreas de la Roma del momento se pasaron a lograr las legislaciones. Marco Aurelio tuvo que implementar una estrategia financiera importante que consistía en la revaluación de la moneda (denarios). A la final se logró amortiguar ese déficit económico; una vez esta estrategia dio su resultado se volvió a colocar el sistema económico anterior.
Entonces ¿cómo explicamos el paso de emperadores centrados en otros aspectos del gobierno a un emperador que instaure legislaciones para el desarrollo de cargos justificados? La respuesta que creo más acertada es la influencia del estoicismo en Marco Aurelio. En este sentido no es solo ver al estoicismo como un dominio de sí sino como este pensamiento que logra influir en la élite del gobierno y lo trata de extender a los gobernados. Para eso debemos entrar a analizar la doctrina de Marco Aurelio que nos permite comprender los asuntos hasta acá mencionados.
Pies de página:
[1]Entre las pocas excepciones de emperadores donde su influencia de corrupción y atrocidad era menor se pueden rescatar a Augustus y a Marco Aurelio.
[2] Como dato curioso, este fue el emperador en la época en la que el cristianismo daba sus primeros pasos con Jesús de Nazaret.
[3] Algunos estudiosos de la historia de Calígula piensan que el coma solo despertó ciertos apetitos aprendidos con su antecesor, Tiberio.
[4] También conocida como la Dinastía Flavia.
¿Cómo referenciar?
Orozco Muriel, Nicolás. “Marco Aurelio, el emperador estoico: una mirada al gobierno de un filósofo” Revista Horizonte Independiente (columna filosófica). Ed. Friedrich Stefan Kling, 07 nov. 2020. Web. FECHA DE ACCESO.
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