Capturaasas
f5830783-fdef-4370-a0cd-3bacbcfe1ddf

Gustavo Castro Imitola

Coordinador de la Asociación de Estudiantes de Filosofía del Atlántico (AEFA), integrante del Semillero de Investigación Amautas y editor de contenido de la Revista el Manglar.

Ciclo II de “Las humanidades en…”

Las humanidades y las posibilidades de la crítica

El pasado 15 de junio el alcalde Jaime Pumarejo declaró la alerta naranja en la ciudad de Barranquilla. La “Puerta de oro” de Colombia se vio eclipsada por la cruda realidad del virus, opacando al menos por unos días, el realismo mágico que caracteriza a la Región Caribe. Las críticas no se hicieron esperar, la pandemia, que había pasado a regañadientes dentro de los temas de conversación de los ciudadanos, tomó una relevancia avasalladora. Había que encontrar culpables frente a la alta tasa de contagios. Era inconcebible que las tierras de la actitud relajada, la cultura chévere y del carnaval, se viera azotada de la noche a la mañana con 798 nuevos casos confirmados de covid-19 en el lapso de 24 horas, llegando así, a un total de 6.013 casos confirmados. Ante las alarmantes cifras, la secretaría distrital y departamental no tuvo reparos en declarar que la situación era de esperarse debido a la indisciplina social de los ciudadanos.
El discurso anterior no tardó en esparcirse rápidamente al igual que lo ha hecho el virus. Contagió las diferentes redes sociales de indignación y señalamientos hacia los irresponsables e ignorantes que habían causado que la capital de vida se estuviera codeando en las estadísticas por el vergonzoso primer puesto de la ciudad con más casos en el país. El discurso de la indisciplina refleja la calaña y la racionalidad de las personas que ostentan el poder en Barranquilla y el departamento del Atlántico quienes buscan lavarse las manos de manera monumental ante la responsabilidad que tienen frente a esta situación pandémica.

Ya lo planteó Paul B. Preciado en su artículo “Aprendiendo del virus”: “dime cómo tu comunidad construye su soberanía política y te diré qué formas tomarán tus epidemias y cómo las afrontarás”1. El eslogan de la alcaldía “#Depende de ti”, no es más que el intento de quedar bien parados al delegar la responsabilidad ética, política y cultural del cuidado a los ciudadanos. Por fortuna, hay quienes han criticado esta narrativa demostrando que detrás de ese señalamiento se oculta una racionalidad clasista y racista2. Evidentemente, no se puede negar que la desestimación de los protocolos de bioseguridad y la falta de disciplina para seguir los mismos es un factor que ha contribuido a la proliferación de contagios. No trato aquí de hacer una apología a la irresponsabilidad del caso, sin embargo, considerar que esa es la principal y única razón para explicar la situación que vive el departamento del Atlántico y la ciudad de Barranquilla en estos momentos, es reduccionista e irresponsable, además conlleva a desconocer el compromiso que debe tener el Estado con la gestión de nuestras vidas.
Según las declaraciones de la gobernadora del departamento del Atlántico, Elsa Noguera: “no podemos tener un policía detrás de cada persona y a pesar de que, uno ya va perdiendo el impulso en el sentido pedagógico es la única salida que tenemos. Depende de nosotros si nos cuidamos o no”3. Tiene razón, lógicamente es imposible mantener al departamento en un régimen de vigilancia constante, sin embargo, no es la única forma de gestionar la situación, y, aunque en estos momentos el sentido pedagógico es importante para crear conciencia ante el peligro que representa el virus con la finalidad de protegernos de la mejor manera, no hay que confundir el campo de acción de la pedagogía: esta se desenvuelve en la formación de los ciudadanos, no en la mitigación del hambre de los mismos. De nada sirve, que las personas sean conscientes del peligro que representa salir si no se le están brindando las condiciones necesarias para quedarse en casa. Los barrios más pobres de la ciudad de Barranquilla son los que más contagios representan ya que les es necesario rebuscarse “el pan de cada día”4.
Por otro lado, las declaraciones de Pumarejo, tampoco brindan un lugar de enunciación distinto a la indiferencia y la falta de empatía con los ciudadanos. Cuando la Alcaldía de Barranquilla inició la campaña de realización de pruebas de Covid-19 casa por casa con la intención de detectar tempranamente los contagiados y así evitar la propagación del virus, hubo personas que promovieron por medio de cadenas de WhatsApp no hacerse las pruebas bajo el argumento de que serían contagiados, debido a que, presuntamente estas instituciones estarían recibiendo dineros extras por los casos positivos en la ciudad. La respuesta del mandatario, frente a la ola de desinformación generada, fue la de tildar a los críticos de charlatanes: “ese charlatán del barrio que les está diciendo que las pruebas los van a contagiar, por qué sabe él más que el médico, que él ahora sí sabe de medicina cuando lleva 1 año viviendo al lado de ustedes y nunca ha hecho nada por su vida”5. Hay que mencionar, además, que en el momento en que inicia la promoción de las pruebas casa a casa, la ciudad se veía rodeada de un ambiente incierto debido a las denuncias de posibles “falsos positivos” de Covid-196 en las clínicas de la ciudad. ¿Acaso no es válido que la comunidad cuestione las instituciones? ¿No es responsabilidad de los gobernantes mantener la confianza de sus ciudadanos? ¿Acaso es imposible pensarnos la posibilidad de un cartel del Covid en el país del Sagrado Corazón?7
Al parecer el sentido pedagógico que mencionaba Noguera se resume en descalificar a la comunidad desinformada en lugar de instruirla. Son culpables de su ignorancia, culpables de la desinformación, culpables de no tener las condiciones necesarias para mantener el aislamiento. Pero olvidan mencionar que al término del período del ex alcalde Alex Char, de quienes son partidarios Noguera y Pumarejo, la inversión en obras civiles en la ciudad fue de un aplastante 68% frente al 0,58% invertido en cultura o al 6,48% invertido en atención social8. Un mensaje claro para la población, primero el cemento, segundo el cemento y por último la cultura.
Teniendo en cuenta el contexto que hemos desarrollado anteriormente, se hace necesario incluir muchos más elementos en nuestra ecuación si queremos responder por qué el departamento del Atlántico se encuentra en la grave situación actual. Es cierto, los ciudadanos no han acogido las normas de la manera más responsable. Sin embargo, es necesario identificar correctamente las razones que motivan el incumplimiento, y de esa forma, realizar las intervenciones sociales que realmente se necesitan. No es eludiendo responsabilidades como se superará la crisis sanitaria. Vale preguntarnos entonces ¿Quiénes son los culpables de la ignorancia en nuestra región? Si es que debemos encontrar culpables, también salta a la vista una de las problemáticas kantianas ¿Cómo hacer que los ciudadanos empiecen a valerse de su propio entendimiento para denunciar las actitudes nefastas de nuestros gobernantes? ¿Cómo salir de este gobierno agnosocráta? Como lo plantea Roberto Carmona en su columna9.
Es aquí donde juegan un papel fundamental las humanidades, considero que el ejercicio de estas se enmarca dentro de la crítica y sus posibilidades, aunque no debe ser reductible a ellas. Todos y todas tenemos la responsabilidad de mantener una actitud crítica hacia nuestras instituciones, hacia las políticas que no nos representan, hacia nuestros gobernantes. Esta labor evidentemente se hace difícil dentro de las dinámicas y narrativas a nivel local y nacional, donde la crítica no es bien vista e incluso puede considerarse ofensiva. Lamentablemente, en nuestro contexto colombiano, nos encontramos con muchos casos de personas que han tenido el coraje de ejercer la crítica, de levantar su voz frente a las inconformidades y el precio de ello ha sido su vida, veamos la alta tasa de asesinatos de líderes sociales en el país, y que a pesar de la cuarentena, no han cesado10.
Retomando el contexto local, el exceso de la cultura chabacana y la personificación del costeño como aquel que solo le gusta el ron, el desorden y los partidos del Junior, no han permitido a la ciudadanía ver lo que se oculta bajo la gorra/máscara de la bacanería de nuestros gobernantes. Quienes alguna vez han denunciado malas gestiones, criticado la cultura o la falta de inversión a esta, han sido víctimas de vituperaciones. En la cultura de la mamadera de gallo quien critica es tildado de cachaco, amargado o de no amar la región. Estos errores ridiculizan el papel de la crítica y hacen más difícil la lucha para desarraigar estos imaginarios.
La crítica como instrumento nos permite plantearnos las preguntas ¿Por quién queremos ser gobernados? ¿Bajo qué principios? ¿De qué manera? Y más importante aún, nos permite plantear la pregunta ¿Cómo no queremos ser gobernados? En ese sentido, la crítica es una virtud de resistencia, como lo plantea Michel Foucault11, y nos permite liberarnos de aquellas instituciones, saberes y comportamiento que nos hacen ser lo que somos. Las humanidades deben ejercer estas interrogaciones y denuncias, como también deben permitir que todos y todas realicemos este ejercicio. Quizás, si desterramos la desestimación del ejercicio crítico y comprendamos sus posibilidades, logremos en algún momento tener gobernantes que se ocupen del cuidado de nuestros ciudadanos mucho mejor que el cuidado de nuestros monumentos12.

1 Ver “Aprendiendo del virus” de Paul B. Preciado en: https://elpais.com/elpais/2020/03/27/opinion/1585316952_026489.html
2 A propósito de esta temática ver el artículo de Jaime Santamaría “La narrativa de la indisciplina es racista y clasista” en: https://lasillavacia.com/silla-llena/red-caribe/la-narrativa-de-la-indisciplina-racista-y-clasista-76450
3 Ver la nota del Heraldo “No podemos tener un policía detrás de cada persona: gobernadora sobre casos de indisciplina social” en: https://www.elheraldo.co/atlantico/no-podemos-tener-un-policia-detras-de-cada-persona-gobernadora-sobre-casos-de-indisciplina
4 Ver el artículo escrito por Ever Mejía y Laura Ardila Arrieta “El Covid revela una Barranquilla más allá de la de los Char” en: https://lasillavacia.com/covid-revela-barranquilla-mas-alla-los-char-77103
5 Ver nota de Zona Cero “Charlatanes de barrio, Alcalde a promotores de campaña para que no se hagan prueba del Covid-19” en: http://www.zonacero.com/generales/charlatanes-de-barrio-alcalde-promotores-de-campana-para-que-no-se-hagan-prueba-del-covid
6 Sobre esta temática pueden ver: “Cuatro personas agendaron cita, no se hicieron la prueba y a los días resultaron positivos por Covid-19” en https://diariolalibertad.com/sitio/2020/06/01/cuatro-personas-agendaron-cita-no-se-hicieron-la-prueba-y-a-los-dias-resultaron-positivos-por-covid-19/, “Denuncian otro posible caso de “Falso Positivo de la Salud” en la Clínica General del Norte” en https://diariolalibertad.com/sitio/2020/05/14/denuncian-otro-posible-caso-de-falso-positivo-de-la-salud-en-clinica-de-barranquilla/ o “Familias denuncian supuestos “falsos positivos de coronavirus” que les impiden despedir a sus seres” en https://www.lafm.com.co/colombia/familias-denuncian-supuestos-falsos-positivos-de-coronavirus-que-les-impiden-despedir-sus
7 Sobre esta temática pueden leer la columna de Katty Alzamora “Cartel del Coronavirus, ¿realidad o ficción?” en: https://lachachara.org/cartel-del-coronavirus-realidad-o-ficcion/
8 Ver la gráfica de la distribución de la inversión por sectores al término del período de Alex Char en “Así es la concentración de contratos en la Barranquilla de Char” en https://lasillavacia.com/silla-caribe/asi-concentracion-contratos-barranquilla-char-71743
9 Véase la columna escrita por Roberto José Carmona para la Revista Horizonte Independiente, “Las humanidades en medio de la agnosocracia”
10 A propósito de esta temática ver la desgarradora columna de la lideresa Danelly Estupiñán “A las y los líderes sociales nos siguen matando durante la cuarentena” en https://www.semana.com/opinion/articulo/a-las-y-los-lideres-sociales-nos-siguen-matando-durante-la-cuarentena/680599
11 Foucault, M. (2018) ¿Qué es la crítica? seguido de la cultura de sí. Fondo de Cultura Económica.
12 Ver “Monumentos usarán tapabocas en Barranquilla como campaña de prevención” en https://www.alertacaribe.com/noticias/atlantico/monumentos-usaran-tapabocas-en-barranquilla-como-campana-de-prevencion

¿Cómo referenciar?
Gustavo Castro. “Las humanidades y las posibilidades de la crítica” Revista Horizonte Independiente (Las humanidades en…).
Ed. Stefan Kling, 3 jul. 2020. web. FECHA DE ACCESO

Todas las marcas, los artículos y publicaciones son propiedad de la compañía respectiva o de  Revista Horizonte Independiente  y de  HORIZONTE INDEPENDIENTE SAS
Se prohíbe la reproducción total o parcial de cualquiera de los contenidos que aquí aparecen, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita por su titular.