Estudiante de Filosofía y Letras de la Universidad de Caldas.
Evento
“Las humanidades en…”
Una de las realidades filosóficas más incuestionables es la expuesta por Heráclito en uno de sus muchos fragmentos, esa que cualquiera cita sin quiera haber leído a este pensador griego, “Todo cambia, todo fluye, nadie se baña dos veces en el agua de un mismo río”. Con esta corta oración, Heráclito ha dejado huella en la historia por diseñar el modelo del devenir, creía firmemente en el flujo universal de las cosas, que, animadas por los conflictos o guerras, jamás permanecían estáticas.
Si bien muchos de los argumentos de Heráclito no son vigentes en la actualidad, considero que aún podemos hablar con algunos de sus escritos y así darles una óptica diferente a los problemas que atañen al siglo XXI. Por esta razón, quiero hablar acerca de lo mucho que va a cambiar la humanidad después de los tiempos de la COVID-19 y como el Logos –al que Heráclito no da una definición concreta– me dará cabida para demostrar cómo las humanidades son indispensables en la cotidianidad de cualquier individuo.
Sin lugar a dudas, el cambio es una constante, jamás las cosas son idénticas y pequeños o grandes cambios desatan modificaciones estructurales en la sociedad. En consecuencia, considero que las condiciones de vida después de la pandemia, no serán las mismas, aunque las humanidades seguirán presentes en las pequeñas cosas. En términos de Heráclito, la guerra que promovió el cambio en la sociedad, fue una enfermedad que no discrimina a nadie, una enfermedad que ataca a todos por igual. Sin embargo, el Logos, aquello que rige la naturaleza del ser humano ha salido bien librado de la situación, puesto que el hombre se diferencia de los demás animales por su reconciliación con el mundo.
Las circunstancias alrededor de la vida son trágicas, los animales unos a otros tienen que asesinarse para sobrevivir, los devastadores fenómenos de la naturaleza son implacables, enfermedades una tras otra surgen con espontaneidad, el mundo es cruel, no obstante son las humanidades en las pequeñas cosas aquello que diferencia al hombre y que a su vez le da tranquilidad. En los conflictos que se presentan en el mundo, la raza humana ha encontrado sentido a vivir, no por la persistencia de guerras al estilo bélico y de uniformes camuflados, sino a que los hombres han empezado a ver con ojos diferentes el mundo, y pese a que algunos desperdician su vida esperando un gran momento que les de sentido a su existir, casi todos, de forma inconsciente, nos saciamos con lindos y pequeños detalles, con un desayuno en familia, con ver una película divertida, con acariciar un perro o un gato, con hacer un deporte que nos apasiona, con ver un atardecer, con tener sexo con alguien que uno quiere, con leer un libro, ver un partido de futbol y todo lo que cuenta como vida, aun cuando esta, a veces, se sienta tan cruel.
Por ende, los seres humanos se reconciliaron con el mundo, no solo vienen a comer, dormir y reproducirse, también y más importante aun, vienen a vivir. Ahí precisamente las humanidades se hacen las dueñas del escenario, algunas de estas disciplinas han dado más tranquilidad al hombre, pero todas, sin excepción alguna, habitan en el imaginario de las personas, volviendo a Heráclito, son las humanidades el Logos mismo.
Debido a que las humanidades están presentes en todo, especialmente en las pequeñas cosas, es que podemos decir que la música, el cine, las relaciones sociales, las expresiones culturales, los libros, la naturaleza y la vida misma, son cuestiones bellas y que dan tranquilidad al ser humano.
Ahora bien, con los cambios que traen el conflicto, el de la COVID-19, la crueldad del mundo se verá con más fuerza, a través de aquellos que pierdan sus trabajos, de aquellos que no puedan ir a un hospital, de aquello, que en definitiva, sentirán en carne propia las consecuencias de la pandemia, sin querer eso decir, que los menos afectados permanecerán igual. En ese álgido punto, en donde muchas de las costumbres van a tener que modificarse, las humanidades, representación del Logos, dicho de otro modo, representación de nuestra tranquilidad en el mundo, nos regalarán la continuidad de nuestra especie a pesar de los cambios.
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