Mucho se ha dicho sobre la coyuntura que el mundo entero está viviendo. Todos los esfuerzos se encuentran en evitar un posible escenario de caos social comenzando desde medidas políticas intentando frenar la crisis económica hasta acompañamiento a las personas para que puedan sobrellevar la cuarentena de la mejor manera.  Es claro entender que el autocuidado es de vital importancia tanto como medidas gubernamentales; aquí es donde entran uno de los principales aportes por parte de las ciencias humanas pues se debe dar un cambio no solo de sistemas sino de comportamiento de los individuos, que deberían llevar a un cambio de comportamiento social. 

Debemos tener en cuenta que aun si se logra dar una estabilidad económica en el país ésta no servirá de mucho si los temas de salud, desde lo físico a lo psíquico, se encuentran deterioradas en cada uno de los individuos de la sociedad, esto llevará a consecuencias devastadoras con respecto a temas de salud social. Las humanidades, al centrarse justamente en el ser humano como eje central de su estudio, deberán ser las encargadas de poder construir un puente de transición a una situación de post-pandemia. La normalidad a la que estábamos acostumbrados no parece  ser una posibilidad, pues mucho se habla de que este virus se convierta en una enfermedad endémica, es decir, que no se logre erradicar del todo y debamos acostumbrarnos a su presencia –hecho que lleva a replantear cambios para poder manejar la situación futura a afrontar. Considero que las humanidades deben ser principales en tres enfoques  que podrían ayudar a construir el puente transitorio: 1. El apoyo psicológico a los individuos, 2. fomentación de nuevos comportamientos sociales, y 3. mediador entre los intereses económicos y las necesidades sociales.

1. El apoyo psicológico a los individuos:

Este punto lo considero vital, puesto que no solo se trata de tener que lidiar con personas que están llenas de miedo por los cambios a venir o al hecho de contagiarse y terminar siendo tomado como un “objetivo a eliminar” por la imagen de peligro que los otros tienen de dicha persona contagiada, también se debe tratar con personas que han perdido a sus seres queridos y no pueden realizar los distintos rituales o hábitos que supone la despedida del ser querido. Son temas que deben ser tratados para poder lograr un tránsito de la mejor manera hacia el futuro, las cicatrices que estos hechos en los individuos pueden llegar a crear impedimento e incapacidad de retornar a actividades cotidianas y sumir a las personas a una epidemia de enfermedades como lo es la depresión o la ansiedad. Sin contar que, si no se realiza un buen acompañamiento y tratando a las personas como seres humanos, se podría dar un aumento de tratamientos desde medicamentos sin necesidad de otros procesos y esto representaría personas convirtiéndose en dependientes de dichos medicamentos, siendo que estos deberían solo servir de apoyo y no como tratamiento principal si el caso no lo requiere. Si no se da el apoyo a los temas que afectan a la psique humana desde el nivel individual y colectivo, ¿no terminaría desarrollándose en las personas efectos de estrés postraumático? Considero que sí.

2. Fomentación de nuevos comportamientos sociales:

Dentro de las principales preocupaciones que existen al término de las cuarentenas y demás medidas que los gobiernos han tomado para poder controlar toda esta emergencia, está el hecho de segundas olas de contagios por no haber precauciones dentro de los comportamientos sociales. Si las personas no logran comprender que  se necesita de hacer cambios en algunos comportamientos, entonces la probabilidad de que se den nuevas olas de contagio es bastante alta, sobre todo en países donde existe un espíritu individualista y de “aprovechado”. Por eso, desde las humanidades se debe dar una fomentación de comportamientos sociales que ayuden a evitar o reducir la propagación del virus. Para esto se debe tener en cuenta distintos enfoques ya que no se puede tener las mismas estrategias de fomentación en un país latinoamericano como en uno asiático –son contextos distintos. Esto también teniendo cuidado de que no se dé por medio de las imposiciones, no se trata de imponer el comportamiento, sino de realizar un proceso de adaptación a las nuevas realidades que han surgido y puedan surgir. Este proceso no es solo en un caso futuro sino justamente en fomentar cambios que puedan ayudar a brindar la adaptación al momento que vivimos y mejorar las consecuencias en una post-pandemia, aunque este último hecho será muy difícil de poder definir realmente.

3. Mediador entre los intereses económicos y las necesidades sociales:

Por último, considero que si desde las humanidades no se toma la bandera para mediar intereses, esto podría terminar en distintas explotaciones o medidas que perjudicarían muchas comunidades y personas. Se trata de no solo tener soluciones desde una visión económica, puesto que desde esta visión se puede tomar medidas que podrían afectar los derechos de distintos sectores. En este momento se está viviendo un fenómeno de “explotación” dentro del teletrabajo, pues muchas veces las compensaciones económicas que correspondían a un horario y trabajos establecidos se ha visto por debajo de las necesidades o trabajo que se les está imponiendo a las personas. Hay una sobrecarga en el sentido de que las personas parecen tener que estar disponibles 24/7 para realizar las tareas y así cumplir los objetivos para una “reactivación” económica, pero desgastando a las personas y siendo vulnerados por fines económicos. Ante este tipo de fenómenos las humanidades deben tomar el liderazgo para que los intereses económicos no pasen por encima de los individuos, de sus derechos y necesidades.

Este escenario que estamos viviendo es uno donde las humanidades deben tomar un papel aún más activo de lo normal. Aquí es donde se puede demostrar esa necesidad puesta en segundo plano a lo largo de los últimos años, se necesita del trabajo y los aportes de las humanidades para que las consecuencias que puedan venir pasen por encima de las personas, de sus luchas, de sus necesidades y que se terminen deteriorando los individuos y sociedades.