Invisible

De niño siempre soñé con tener un superpoder, todo inspirado en las historias de heroísmo que leía. Específicamente deseaba poder ser invisible, aunque debo aclarar que la mayoría de las acciones que deseaba cometer en realidad podrían adjudicárselas a un villano o antagonista más que a un héroe, pero, todo estaba inspirado en una sola idea: ayudar a mi familia y nunca más pasar necesidad.  Siempre soñaba que podía salirme con la mía después de robar algún banco para darles el dinero a mis padres y a los otros señores que siempre nos encontramos en la noche tomando un tinto para amenizar la noche, para tener algo en nuestros estómagos si es que nos podíamos dar ese lujo.

La ingenuidad infantil parece un mejor poder, esos sueños de ilusión que colorean la realidad con filtros de esperanza.  Hoy en día me doy cuenta que de tanto desear la invisibilidad ya la poseo, soy invisible a ojos ajenos. Tal vez debí pensar mejor en mis deseos, para otros niños lograr tener un superpoder hubiera significado la mayor felicidad, pero tener este en específico solo trae más desgracias de lo que se pueden imaginar. Debí prestar más atención a la historia del diablo, es siempre culpado de nuestras peores acciones y no se puede defender solo porque nadie lo ve. Así mismo, por ser invisible siempre soy culpado de acciones que no cometí. Si hay un crimen siempre culpan al invisible, porque nadie puede dar razón de quien realmente lo hizo; si un político es corrupto y roba dinero culpará al ser invisible de los fondos faltantes, porque “nadie vio nada, nadie sabe nada” entonces debe haberlo hecho quien es invisible en ojos ajenos.

Alguna vez escuche a alguien decir que lo esencial es invisible a nuestros ojos, pero no es lo único, lo que nos desagrada, lo que ignoramos, también se convierte en algo invisible. Así es como obtuve mi poder, soy invisible a quienes ignoran mi existencia pero yo siempre podré  verlos con su arrogancia. Deseaba ser el héroe que ayudara a mi familia, pero con los años me di cuenta que todos en mi familia somos invisibles y que por esa habilidad heredada todos somos señalados como culpables de los crímenes que no tienen un rostro claro. Nuestro poder ni siquiera funciona a voluntad, funciona únicamente cuando los demás deciden que funcione.

¿Cómo referenciar? 
Solarte, Brayan D. “Invisible” Revista Horizonte Independiente (columna literaria). Ed. Nicolás Orozco M., 16 jun. 2021. Web. FECHA DE ACCESO. 

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