Hoy la noche huele diferente, huele a piel roja y vino oscuro con algunas cervezas;
los cabellos están despeinados a causa de un jaque contundente,
las miradas descubren en cada movimiento un poco de torpeza
y los labios se fruñen junto al ceño por la derrota incipiente.

Hay ruido azul en medio de la habitación,
Pero esa nubla no logra opacar sus palabritas sucias y humeantes.
Aceptada la derrota le tiende la mano y te retiras con relajación;
y yo mientras tanto intento apartar mi vista de tus labios fascinantes.
Tus ojos están atentos a mi sonrisa mientras yo intento mantener mis ánimos acallantes.
Posas tu mano sobre mi pierna sin inhibición.
Y dejas caer sobre mi hombro tus cabellos arrogantes.

Tu aliento está muy cerca de mi boca… muy cerca de mis palabras,
quisiera antojarme de un beso, pero solo me antojo de historias.
Historias sobre flores amarillas en ciudades imaginadas
o historias sobre un gato que canta feliz en las madrugadas.
Quiero escuchar cada una de tus historias de amor fracasadas
y la causa tan inmensa de tus sonrisas limitadas.

Justo después de los humitos verdes
se me ocurre pasar la noche bajo los autos en la autopista.
Cuéntame a donde se van las letras que se pierden,
habla con tus ojos sobre las mañanas imprevistas
y vamos a dormir antes de que la noche se ponga masoquista.

Hoy la noche huele diferente,
huele a ese vino blanco que no te sorprende,
huele a que no tendré oportunidad para volver a verte
y aunque cueste admitirlo sé que la vida no va a volver a traerte.

La vida huele a cerveza, a un poco de weed ya mucha tristeza.
La vida huele a un buen libro con un poco de café o de té o de vino blanco, o negro, o azul, de cualquier modo,
preferiblemente que esta vez lleve un poco de certeza
y que tenga entre sus páginas un mensaje para un ser de otro tiempo y otras vivencias.

La vida huele a ti cuando me dices “Gracias por estar y gracias por venir…
por el vino, aunque no sea blanco y por los cigarros rubios que hemos compartido”.
Ojalá pasáramos una noche más sobre las mismas estrellas y reescribirla historia de diferentes cielos rotos blanquecidos;
la historia de dos vidas llenas de sufrir
y de los miedos a la soledad ya la desesperanza que aún no han sido vencidos.

¿Qué harás cuando no tengas tiempo que contar?
¿Qué harás cuando haya tomado el taxi para no volver sin que siquiera yo lo sepa?

¿Cómo referenciar?
Martin´s, Amarilla. “Duele la noche” Revista Horizonte Independiente (poesía).
Ed. Brayan D. Solarte, 30 may. 2020. Web. FEACHA DE ACCESO