Gabriela Prieto Caneva 

Estudiante de octavo grado
Colegio Campestre San Diego 

Primer lugar de la segunda edición del concurso “Grandes voces” 

Claroscuro: El mundo de los condenados

Las lágrimas caían de su cara como cascadas, como había pasado incontables veces antes, y como seguramente pasaría incontables veces después.

‒No lo sabía, ¡Lo juro! Por favor, mi hermana me necesita. ‒Gritaba con voz rota, pero A no fue afectado en lo más mínimo, mantuvo su cara recta mientras condenaba a esta joven chica a pasar el resto de su vida en donde lo único que había era miseria, tristeza, y oscuridad.

¿Qué había hecho esta persona para obtener tan terrible condena?

Un domicilio

Tan simple como eso.

***

Tal vez necesites un poco de contexto.

Este es un mundo, un mundo cualquiera, excepto que es guiado por bases que lo hace difícil, y tenebroso. Estas guías son llamadas “A” y ‘El mundo oscuro’

Este mundo era el objetivo logrado de algo que la humanidad siempre ha querido: Una sociedad sin crimen. El problema era cómo lograron esto, la base era ‘El mundo oscuro’ un lugar al que eran enviados todos los humanos que cometen la más mínima falta a la ley, y casi todo era una falta a la ley.

No había necesidad de pruebas, no había necesidad de un juicio, no había diferencia entre el más cruel de los personajes y alguien que robó un pan para su familiar enfermo. Todos eran condenados igual.

No había manera de ocultar tu delito, al instante en el que era cometido inmediatamente ‘A’ lo sabía, y te desterraba. No había piedad, y la poca población que vivía en el mundo normal, que ahora era apenas el 10%, vivía en miedo, memorizando las reglas desde niños, y cuidando cada una de sus acciones.

Habían dos excepciones a lo que se sabía de esta regla, que en el mundo se consideraban casi leyendas por sus historias.

La primera era Rox, una piedra mágica, que desgraciadamente está bajo la protección de ‘A’, esta piedra hacía imposible que cualquiera que cometiera un crimen con esta en su mano pudiera ser condenado.

La segunda era Nel. Un hombre del que nadie sabía el verdadero nombre, que causaba temor en todos los corazones. Este usaba a las personas, las manipulaba para que cometiera un crimen que lo beneficiara sin que estas lo supieran, pero al mismo tiempo lo hacía de tal manera que no podía ser considerado el autor intelectual de este crimen. Su objetivo final era obtener la piedra Rox, sin importar cuanta gente hiriera.

Pero no era el único que quería conseguirla, aunque eso viene años después. Lo que nos trae de vuelta al inicio, y a la desgraciada niña.

***

Lo último que dijo la chica entre llantos era verdad, su hermana la necesitaba. La chica de apenas seis años perdió lo último que le quedaba ese día. Su hermana simplemente llevó una bolsa que un hombre le dió, a través de la ciudad, para ganar un par de monedas, y poder alimentar a la hambrienta Lily, sin saber que transportaba alcohol, que era ahora ilegal y poco común.

Lily se quedó sola, había perdido a toda su familia ante ‘A’, y creció viendo desaparecer a toda la gente a su alrededor, y desde entonces tuvo un solo objetivo, acabar con ‘A’ y con el mundo que le había arrebatado todo.

No era un objetivo fácil, pero reunió un grupo como ella, que se unió a la rebelión. Había dos partes a su plan, mucha gente dispuesta a sacrificarse a cometer un crimen con la fe de que ella después los liberaría.

La primera parte era contra ‘A’. Un gran grupo se enfrentaría a ella, lo cual contaba como crimen, mientras ella tomaba la ‘Rox’

Luego viene la segunda, tendrían que enfrentarse a los Grumm, guardianes del mundo oscuro, funcionaria con un gran grupo, que se iría pasando la Rox y enfrentando a uno de estos seres, hasta que no quedara ninguno, y pudieran, de una vez por todas, abrir la puerta.

***

Después de años de espera y entrenamiento estaban listos, y en principio todo fue bien, el grupo de voluntarios se enfrentó a su Juez y verdugo, y como era de esperar fueron condenados, pero aún así seguían mostrando esperanza en sus ojos.

Lily corrió, y sintió como estuvo a punto de tomar la piedra en sus manos, de hacer lo que siempre quiso realidad. Pero ni ella, ni las pobres personas que hacían parte de su plan pudieron predecir lo que realmente pasaría.

Nadie notó la sonrisa de satisfacción de la figura junto a ellos, la figura que esperaba pacientemente.  Lily jamás podría haber podido predecir que una mano tomaría la piedra antes que ella, y que toda su vida había sido decidida por ella. Ella no había sido más que una marioneta.

Desde un principio, siempre creyó que había sido su idea, que era su iniciativa, su vida. Pero nunca lo fue, lo que le pasó a su hermana no fue una coincidencia. Nada en su vida lo fue.

Desde su trauma, hasta su plan, todo había sido planeado por una persona. Por Nel.

Y el dolor y la miseria en sus ojos daba a entender que lo entendía, que supo en sus últimos momentos que el hombre frente a ella siempre estuvo detrás de todo. Pero no puedo hacer nada, no puedo siquiera dejar una última palabra a este mundo que tanto quiso cambiar antes de que la navaja se presionara en su cuello, silenciandola mientras la sangre se derramaba, y su corazón lentamente se paraba.

Lo último que Lily pudo ver fue su sonrisa malévola, y sus ojos vacíos, sin alma.

Y Nel la vio con satisfacción, viendo en sus ojos la misma ingenua niña de seis años, que manipuló para que tuviera un plan que jamás se haría realidad.

Nel no planeaba cambiar el mundo, no planeaba salvarlo, planeaba volverlo llamas y caos a su gusto, y ya no había nada ni nadie que pudiera o fuera a detenerlo.

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