Jorge Alberto López-Guzmán

Antropólogo, Politólogo, Magíster en Gobierno y Políticas Públicas, Doctorando en Antropología, Universidad del Cauca, Colombia.

Vol. IV Colección C:1 – C16

Aproximación a la concepción aristotélica de miedo: pautas desde un estallido social

INTRODUCCIÓN

En la literatura Occidental el concepto de phóbos tiene su primera connotación en la Ilíada de Homero, sin embargo, todavía no tenía la significación de miedo. Para Homero es un nombre de acción que significaba «huir» (Aqueveque, 2020). Es decir, el ámbito originario principal de phóbos es el campo de batalla. De igual manera, phóbos es hijo de Ares, el terrible dios de la guerra y debe añadirse que Ares es asistido en el campo de batalla por Deîmos (Terror). Después de Homero, el sentido tradicional de phóbos, ya es miedo –pasó de huida a miedo– siendo la emoción más primitiva e intensa de la humanidad (Domínguez, 2003).

El miedo o phóbos, es indudablemente un tema fundamental propio de la psicología desde sus comienzos. Pero mucho antes de que ésta se constituyese como disciplina científica, el phóbos ya había despertado el interés de Aristóteles en diversas obras (La Retórica, La Poética y Ética a Nicómaco). El miedo, según Aristóteles, es una de las páthe que se producen en la psyche. Aunque el filósofo no define que es páthe si plantea que oscila entre el placer y el dolor, y en cuanto a la psyche podría definirse como «alma» (EN 1105 b 21-23).

En este sentido, para Aristóteles las emociones son movimientos que se producen en el alma. No obstante, no es el alma la que se atemoriza, sino el ser humano con el alma. Se podría decir en términos fisiológicos modernos que el resultado del miedo en el cuerpo es una alteración del ritmo cardiaco y aumento en la respiración (Bocardo, 2006). Por lo tanto, el miedo en Aristóteles no es algo exclusivamente anímico (psyche), sino también corporal (sôma). En consecuencia, el miedo puede definirse como una emoción efímera que aparece cuando se supone un peligro real o aparente que se puede sentir de manera individual o colectiva y que conlleva a una situación de protección o de destrucción.

Teniendo en cuenta lo anterior, la presente reflexión pretende establecer sí es posible contextualizar el concepto de phóbos o miedo establecido por Aristóteles en algunas de sus obras, en relación con lo que vivió Colombia entre el año 2020 y 2021 denominado Estallido Social, donde se vislumbró la utilización del miedo como una herramienta de persuasión del gobierno para mitigar situaciones de orden público. En este sentido, se pretende concebir la emoción del miedo como un instinto de la ciudadanía para abocarse a las calles perdiendo el miedo a morir y luchando por no seguir viviendo de la misma manera que se les ha impuesto por parte de las políticas gubernamentales.

Aristóteles y su concepción del miedo

El Estagirita, en La Ética a Nicómaco plantea que el phóbos es la suposición de un mal (EN. 1094a). Sin embargo, es en La Retórica donde se puede encontrar una definición de phóbos más elaborada. En efecto, ahí define Aristóteles el phóbos como sigue: «Sea pues el miedo (phóbos) una aflicción o barullo de la imaginación (phantasía) cuando está a punto de sobrevenir un mal destructivo o aflictivo» (Rh. 1420a). Por otra parte, en La Poética Aristóteles alude a la idea de phóbos como vehículo de purificación. Ahí dice más o menos lo siguiente: que para que se trate de un poema de calidad (en este caso, de una «buena» tragedia), la obra deberá, ya sea mediante la estructura de sus acciones o mediante su espectáculo, inspirar temor o compasión en los espectadores, a tal punto de provocar finalmente la catarsis (Po. 1447a).

Las anteriores ideas permiten entrever que el ser humano puede tener miedo sin que necesariamente esté en contacto directo con la cosa que lo atemoriza, es suficiente “la creencia” o una idea para padecer miedo. No es condición necesaria una impresión directa en los sentidos. El temor, nos dice, es una afección que se produce en el alma producto de la impresión de que algo malo que puede ocurrir. Según Aristóteles: “teme lo que debe, en la medida y en la situación apropiada” (EN. 1115b 11-13). Dice Aristóteles que “el miedo requiere de cierta esperanza de salvación por la que sentimos ansiedad” (Rh. 1383a) cabe recordar que, según Aristóteles, las pasiones van acompañadas de placer y de dolor; por tanto, el miedo no se da sin esperanza, ni la esperanza sin miedo.

En definitiva, desde las conceptualizaciones que ofrece Aristóteles acerca del miedo en el libro II de la Retórica, se puede analizar, por un lado, los componentes y situaciones a través de los cuales puede darse el miedo en los seres humanos y, por otro, cómo los oradores dirigiendo las pasiones en los hombres ‒en este caso el miedo‒ pueden alterar sus decisiones y juicios respecto a algo (Garófalo, 2017; Suárez, 2020).

Del miedo al estallido social

Muchos ciudadanos colombianos entre el año 2020 y 2021 perdieron el miedo a morir por un virus que recorría el mundo y generaron un Estallido Social en donde reivindicaban su impronta ante la vida. Tales hechos visibilizaron que los colombianos habían perdido el miedo a morir en manos de un virus o la fuerza pública, con tal de no seguir viviendo de la misma manera.

Si se toma en cuenta la concepción de Aristóteles en cuanto al miedo como una emoción que nunca dejamos de «padecer», que es propia de nuestra «alma» y que, de hecho, la mueve, debemos como personas «con» miedo que somos, reconocer que lo que desataron los desmanes contra la fuerza pública en diferentes ciudades de Colombia es un tránsito desde nuestra somnolencia habitual a una vigilia obsesiva.

Teniendo en cuenta el contexto anteriormente expuesto, se podría relacionar con las concepciones de miedo en Aristóteles en las tres obras que se tuvieron en cuenta para esta reflexión. Es decir, los ciudadanos colombianos después abocarse a las calles en un Estallido Social por reivindicar sus derechos fundamentales, no les importo que se estuviera viviendo una pandemia y al suponer una edificación del mal (como lo plantea Aristóteles en La Ética a Nicómaco), pudieron imaginarse que sus vidas y las de sus familiares eran más susceptibles de ser aniquiladas en la pasividad de sus casas, que saliendo de ellas y, por ende, la sobrevivencia física merecía un acto destructivo ante el establecimiento (aquí se tiene en cuenta la percepción de miedo de Aristóteles en La Retórica), y finalmente, se conllevó a un enfrentamiento contra la fuerza pública, el gobierno de turno y las políticas de orden, control y seguridad del Ministerio de Defensa. Los ciudadanos encontraron en la destrucción de los bienes públicos y en los atentados ante los policías una catarsis o purificación (como lo narraría Aristóteles en La Poética).

Ideas finales

Como resultado, la connotación que expresa Aristóteles en sus obras sobre el miedo puede ser relacionada en contextos contemporáneos y coyunturales como el sucedido en Colombia entre los años 2020 y 2021. Es importante mencionar que, este ejemplo se coloca por su validez y actualidad, pero podríamos identificar un conjunto de situaciones similares donde los ciudadanos colombianos han perdido el miedo a morir por el virus Covid-19, la fuerza pública o la delincuencia común por tomar la decisión de no querer seguir viviendo de la misma manera que lo han venido haciendo no por decisión propia, sino por las políticas gubernamentales.

Quisiera finalizar esta reflexión planteando que la concepción de miedo que se trabajo tuvo relación con la concepción aristotélica en sus diferentes obras. Sin embargo, la visión de miedo que se ejemplificó en este escrito va más allá de un temor, una suposición de un mal o una catarsis, sino como un instinto que brinda impulsos emocionales y corporales y que, a pesar del miedo a morir, lo que se tiene es miedo a seguir viviendo de la misma manera por parte de los ciudadanos colombianos.

 

REFERENCIAS

Aristóteles. (1974). Poética. (Edición de Valentín García Yebra). Madrid: Gredos.

_________ (1999). Retórica (Racionero Quintín, trad.) Madrid: Gredos.

_________ (1998). Ética a Nicómaco. Madrid: Gredos.

Aqueveque, L. T. (2020). La escena del miedo: posibilidad de una recepción aristotélica del terrorismo contemporáneo. Estudios: Centro de Estudios Avanzados, (43), 99-114. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7285470

Bocardo, E. (2006). El control racional de las pasiones. Cuestiones Pedagógicas, 18, 2006/2007, pp 47-64. https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/12604/file_1.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Domínguez García, V. J. (2003). El miedo en Aristóteles. Psicothema, 15 (4), 662-666. http://hdl.handle.net/10651/22954

Garófalo, L. (2017). La teoría aristotélica de las pasiones en la Retórica: el caso de phóbos. Apuntes Filosóficos, 26 (51), 136-161. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6302218

Suárez Torres, Y. (2020). Aristóteles, Hobbes y el miedo. Versiones1 (15, 2° épo), 29-42. https://revistas.udea.edu.co/index.php/versiones/article/view/344446

¿Cómo referenciar?
López-Guzmán, Jorge Alberto. “Aproximación a la concepción aristotélica de miedo: pautas desde un estallido social” Revista Horizonte Independiente (Columna Filosófica). Ed. Brayan D. Solarte, 12 marzo 2023. Web. FECHA DE ACCESO.

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